Justificación :P

Yo no puedo dejar de escribir. Escribir para mí es una necesidad. No escribir me hace sentir como una muerta. Sin escribir la vida, la vida está incompleta. Es como una pareja recién casada sin luna de miel, sin noche de bodas, sin sexo, sin amor. Podría vivir sin sexo, sin amor (eso sí: qué triste) pero no sin escribir. Aunque sólo sean estas palabras repitiéndose día tras día.

Escritura. Lectura.

Es lo mismo.

Un compañero filósofo me dijo en una ocasión —mientras viajábamos en el taxi y él cuidaba de no chocar contra el techo— que escribir demasiado nos puede volver egoístas. Que quería leer más.

Escribir y leer es lo mismo.

Yo leo tus ojos y escribo tu caminar. Si las letras me acompañan es para hablar de ti, de mi madre, mi hermana, mi tía. De aquello que leo: Benedetti me conmueve, Saramago me desafía, Allen me provoca carcajadas, y las letras fluyen. No busco perfección, no me importa la repetición de palabras ni lo sublime de una frase. No me interesan las becas del gobierno ni ser publicada por Alfaguara.

La escritura no es egoísta, en ella estás tú.

Amo escribir. Amo y busco descifrarte, gastar todas las palabras. Despertar una mañana, acostarme una noche y descubrir que he explorado todas las contradicciones posibles y ya no hay más.

Las letras, las palabras… Palabra: sirven para sentirme viva, para vivir.

Para todo lo demás, ahí está la burocracia.