14.4.07

Lección Anti-Sem(ag)iótica.


En memoria de Julio Cortázar, quien nos legó las instrucciones para entender las pinturas famosas…

“¿Dónde quedó la bolita? ¿Dónde quedó la bolita?”

Hieronymus Bosch, en realidad Van Aken, mejor conocido como El Bosco, es calificado por algunos como un visionario. Su trabajo, lleno de simbolismo, esencialmente en obras como “El jardín de las delicias”, “La nave de los locos” o “Los siete pecados capitales”, sin embargo no excluye representaciones de momentos más cotidianos. Instantes aespaciales. Repetibles. Atemporales. Prefuturizados.

Signo. Significado. Significante. Qué.

Jerónimo seguro tenía una máquina del tiempo.

Un óleo sobre tabla. Dimensiones medianas. Cincuenta y tres por sesenta y cinco centímetros. Pintado a finales del siglo XV. Alemania. Ahora encarcelado en algún museo municipal.

Su título, “El prestidigitador”.

Lectura: Año dos mil siete. Tijuana. La cinco y diez. Esquina de la zapatería “El trébol”. Ruido de tráfico. Olor a churros con azúcar. También gorditas de nata. Seis de la tarde. Gente, mucha gente, pasa. La mujer vino tinto es yucateca. Los tres hombres michoacanos. El de aspecto clerical y la monja llegaron de Puebla. La gorda señora de verde es uno de los tres cómplices.

“¿Dónde quedó la bolita?... ¡Hagan sus apuestas!”

El sombrerero de copa vive en uno de los suburbios. El pequeño perro apareció frente a su puerta una mañana. El enano de pelos castaños surgió de entre las piernas de su hermana. La lechuza es sólo un mono de peluche. Ya lleva seiscientos cincuenta pesos. Un buen día. Sólo tres rondas más. Comprará esa túnica hilo luna de plata. Es un esclavo de la moda.

“¡Se cierran las apuestas!”

La mujer de color salmón no asimila su pérdida. Trescientos pesos. La despensa de la semana. Ella siguió el curso de la pelotita. No puede ser. El abdomen comienza a punzarle. La espalda le pesa. Recuerda la historia del Pípila. Su libro de cuarto grado. La maestra Floridalma. La losa sobre el cuerpo de Juan José Martínez. Las manos le tiemblan. Sus rodillas se doblan. Como el insurgente a la Alhóndiga de Granaditas, una mosca penetra su boca. Se siente desvanecer.

Mil esferas de un tornasol transparentoso comienzan a brotar. Caen justo sobre el ilusionista. El vómito es tan ácido (pH 1) que derrite las moneditas en su bolsillo. Los billetes se estropean instantáneamente. Adiós hilo luna de plata. No puede moverse. El cerebro paralizado. Los nervios congestionados.

El tipo con cara de bobalicón no pierde el tiempo. Jala la bolsita con el dinerito restante. Corre por el andador. Se pierde a lo lejos.

Por un lado pasan apresurados los camiones verdes. Los veloces taxis rojos. A la distancia, lentamente, una patrulla. Detrás, una ambulancia es rebasada por una tortuga.

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