3.8.11

Pensé que podríamos ser amigos. En eso habíamos quedado. Aunque según recuerdo él mencionó el término "contactos profesionales". Después, una vez que volvimos a hablar dijo que seguiríamos siendo "conocidos".
Hace ya más de un año que cortamos. Un poco más desde la vez que me dijo "Te amo". Y no somos amigos. Yo estoy en sus redes sociales y él en las mías. A veces él se siente con derecho a comentar lo que digo, otras pocas veces yo hago lo mismo. A mi en realidad me gusta platicar, sentir su presencia, aunque sea en la distancia. Pero cada vez que charlamos lo único que siento es su ausencia, su lejanía, lo poco que le interesa ya mi existencia.
Alguna vez me hizo sentir que yo había tenido la culpa de que esto hubiera acabado así. Yo era fría, yo no me dejé amar, yo... Llegué a creer que él tenía la razón.
A veces la distancia y el tiempo no siempre son buenos consejeros. Se alían con la soledad para jugarnos malas pasadas, para hacernos ver cosas que jamás ocurrieron, para idealizar hombres que nunca fueron como los recordamos, para desear pieles que en ningún momento nos hicieron vibrar...
Y aún así no dejo de extrañarlo.

1 comment:

Vigo said...

Bueno, como posteas tan aleatoriamente tampoco te será demasiado extraño entonces este comment.

Estaba escribiendo en mi blog, y me remonté a una muy vieja entrada (te hablo de años) y vi que me habías dejado un comment sobre La carta de La Maga a Rocamadour (blogger solo me avisa de los comment cuando le da la santa gana). Total... que llegué aquí porque volví hablar de la dichosa cartita y me parecía una descortesía no dejarte unas palabras a este curioso link de Tijuana?, donde hay otra maga y otro Rocamadour.

En lo que respecta a tu post de amistades y amores... Buff es muy complicado, yo como hombre puedo decir que no suelo entender a las mujeres (por lo que más de un especialista en el tema soy un desespecialista en el tema). Pero la culpa no suele ser de nadie en estos casos, tal vez sencillamente de que funcionamos a tiempos distintos. Algo así, como que cuando uno quiere dejarse querer el otro no está dispuesto y a la inversa, y al final uno se acaba alejando de la cancha de juego.

Pero eso de las amistades como antiguos amores tampoco creo que sea demasiado conveniente. Aunque los eches a faltar, pero en cierta manera ocupan una parte del corazón que tendría que estar destinada a otra persona. Pero bueno, tampoco voy a decir más sobre esto que yo soy de los que melancólicamente acostumbra a recordar amores pasados.

Chau y un saludo. Y con tanta palabrería espero haber cubierto un poco los intereses que debió generar tu comment pasado en estos años je,je.